Acabo de terminar de leer el
libro Medicina China Tradicional. Vivir
sin enfermar de Liu Zheng.
Conocí a Liu Zheng por Facebook. Empecé
a seguirle, y pronto me decidí a acudir a su centro de acupuntura.
Estando dentro de una cabina, escuché la voz de Liu. Tardé un rato en darme
cuenta de que la voz que oía era la suya, puesto que habla un español casi
perfecto.
En efecto, fuera de la cabina vi
a Liu y le escuché expresarse en perfecto español. No solo habla bien, sino que
escribe correctamente, y prueba de ello es que el libro lo ha escrito en
español y no en chino. Esto lo he deducido porque ciertas expresiones a lo
largo del libro nos recuerdan más a otros compatriotas de Liu que no tienen
tanto dominio de nuestro idioma. El hecho de encontrarse estas expresiones
añade encanto al libro y nos acerca más a su autor.
He leído ya algunos libros de
medicina china, e incluso he asistido a cursos introductorios, por lo que he
podido comparar lo que ya conocía con lo que nos aporta Liu. Lo que destaco en
este artículo son estas diferencias con otros contenidos sobre el tema.
El libro de Liu nos trae de vuelta a la vida sencilla, al
sentido común, al equilibrio en nuestras vidas que actualmente están
descompensadas hacia lo rápido, el estrés, la inmediatez… hacia lo yang.
A lo largo de los nueve capítulos
(que son tres veces tres, y tres es un número mágico en la cultura china;
también en la nuestra), Liu procura acercar la medicina china tradicional y la medicina occidental, algo que le distingue de
otros acupuntores chinos. Una anécdota: para explicar el yin y el yang, Liu
hace un símil con Don Quijote (el yang) y Sancho Panza (el yin), mostrando así un
acercamiento de culturas.
Lo cierto es que Liu, como le
estoy llamando amistosamente, no solo es licenciado en medicina china
tradicional, sino que es diplomado en fisioterapia y acupuntura en España,
máster en fisioterapia invasiva y máster en aspectos clínicos en el dolor. Lo pongo
así por encima y como si tal cosa, podéis ver el currículo completo en el
libro.
¿Qué valores nos transmite el libro?
A pesar de todo lo que Liu ha
logrado hacer en nuestro país, es una persona muy humilde; de hecho, pienso que
no habría cursado ninguna titulación de las mencionadas si no hubiera sido
humilde. La humildad es uno de los
valores clave que Liu ensalza en su libro.
Hablando de valores, muy importante
también es el valor de vivir en armonía
con la naturaleza. Liu nos dice:
“el origen fundamental de las enfermedades se encuentra cuando no vivimos en armonía con la Naturaleza”.
Acercarnos a la naturaleza es uno
de los mejores consejos para restablecer la paz interior.
Otro de los valores fundamentales
que nos transmite Liu es el respeto a lo
que fue antes de nosotros, a la sabiduría de nuestros antepasados. En sistémica
diríamos que los antiguos tienen prioridad, y nos han entregado un legado. Lo moderno
y cómodo parece ser echar a un lado estas enseñanzas. La medicina tradicional
china las rescata y las pone al servicio de lo nuevo.
En algún sentido, este es el libro de la abuela. Digamos que
tiene tres (otra vez tres) componentes, a grandes rasgos: es un libro de
medicina tradicional china, es un libro de medicina occidental y es el libro de
consejos de la abuela. Pues bien, los consejos de la abuela son para mí la
parte más importante del libro. Quizá un estudiante de medicina china recurrirá
a un libro o varios más complejos sobre esta disciplina. Un estudiante de
medicina occidental hará lo propio. Pero ninguno de ellos podrá encontrar
fácilmente los consejos de la abuela que se destilan de miles de años de una
cultura que a veces se desdeña porque no se acierta a entender, de un análisis
sabio que realiza el autor al encontrar muchas similitudes entre la medicina
que trae y la que encuentra aquí y de un sentido
común que se agradece encontrar por no ser tan habitual.
A lo largo del libro, Liu cuenta historias para poner en evidencia
alguna explicación, son cuentos que traen de muy lejos un mensaje milenario de
la cultura china y que nos entregan una pequeña gran moraleja. Además,
encontramos sus consejos entreverados en los capítulos que nos hablan de cada
uno de los cinco elementos. En lugar de limitarse a describir las
características de los elementos y sus meridianos asociados, Liu hace
reflexiones sobre la vida diaria y actual que ilustran por qué cuidar cada
meridiano es importante.
¿Cuál es la clave para no enfermar?
El estrés
Comencemos por el más importante.
El estrés es el “caldo de cultivo de todas las enfermedades”. El estilo de vida
en el que vamos constantemente más allá de nuestro límite, es contrario al
estilo de vida que nos puede proporcionar salud. Lo que hacemos sin embargo es
mantener tensión, recibir un exceso de estímulos, mal comer, mal dormir… mal
vivir. Con esto se nos desajustan los ritmos de un cuerpo diseñado para
funcionar correctamente, y permitimos que cualquier enfermedad pueda entrar, al
debilitarse nuestro sistema inmunológico.
Llegar más lejos, y más aún
No tenemos límite. O sí. El ser
humano puede concebir altos niveles de desempeño, de mejora, de crecimiento…
puede imaginar lo inimaginable, y esto le ha ayudado a alcanzar mundos que no
estaban hechos para nosotros: volar, viajar al espacio, bucear por el fondo
marino… Sin embargo, el cuerpo sí tiene un límite. Se desgasta. Se agota. Potencialmente,
y con una probabilidad del cien por cien, se muere. Es algo que no solemos
tener en mente cuando jugamos a llegar más lejos, más lejos aún. En la naturaleza,
nada crece sin parar, todo son ciclos de nacimiento, crecimiento y muerte. Lo mismo
aplica a las empresas, aunque insistan en ganar siempre más que el año
anterior, de forma indefinida. Bien, pues al menos 4 empresas en las que he
trabajado a lo largo de mi vida ya no existen.
Tenemos una especie de batería
que es el Chi almacenado en los riñones, con el que nacemos y que se va
desgastando. En principio esta energía no puede reponerse, por lo que es
interesante cuidarla. Además, es importante ser conscientes de cuánta energía
tenemos de nacimiento, porque no todos tenemos la misma cantidad, y por ello,
no todos podemos alcanzar las mismas metas, o no de la misma forma.
Liu nos lanza la pregunta: ¿hasta cuándo tensarás la cuerda?
Cualquier mínimo síntoma de malestar significa que tu cuerpo te está avisando de que se está acercando al límite. Por favor, hazle caso. Escúchale, reflexiona, no permitas que tu cuerda se rompa.
El victimismo
En occidente vamos al médico para
que nos solucione los problemas, haciendo preguntas retóricas: “¿Por qué me
viene todo a mí?” En muchas ocasiones, nos prescriben un ansiolítico y nos
mandan a casa. También acudimos al médico de medicina china tradicional a lo
mismo, pero entonces él/ella nos responde que para curarnos, tenemos que responsabilizarnos de nuestra salud y
comprometernos a cambiar los hábitos. Es decir, no es el médico el que te cura,
te curas tú y el médico te apoya y orienta para ello. El mejor médico es el que
no tiene pacientes...
Lo que le viene a cada uno, lo
que le toca vivir, es muchas veces consecuencia de una acción propia anterior,
lo que en la sistémica se llama compensación. Puede que hayamos alimentado la
ansiedad y ahora nos encontremos una enfermedad grave, o puede que hayamos
provocado tiranteces en las relaciones. Solo recibimos la respuesta.
El agotamiento entra por los ojos
Frente a un conjunto de grandes
empresas muy interesadas en que “nos hagamos digitales” (me imagino a una persona
en un váter, muy digital todo), estamos los consumidores con la capacidad de
elegir si nos hacemos o no digitales y cuándo. La realidad es que la mayoría de
nosotros nos hemos convertido en un producto que suministra constantemente
datos a estas grandes empresas, lo que a su vez les permite conocernos muy bien
y aumentar nuestra adicción a las redes.
Liu hace una reflexión: si vemos
desde fuera a una persona mirando fijamente a una pantalla, realmente nos
parecerá que está castigada contra la pared. Así de triste es la imagen externa
de una persona consumiendo información audiovisual. Cuanto más pequeña la
pantalla, más ridículo parece. Esto me recuerda a este artículo que he leído hace poco.
La importancia del presente
Respiramos vida, aquí y ahora. Las
personas que te quieren están en el presente. No solemos vivir en él,
normalmente nos anclamos en el pasado o nos dedicamos a imaginar el futuro. Otras
veces, estamos en un lugar pero mantenemos la mente ocupada en otro: en el
trabajo pensamos en los hijos, en casa recordamos lo que quedó pendiente del
trabajo, estamos en el sillón dándole vueltas a una meta que no conseguimos…
mente y cuerpo van cada uno por un lado y esto nos mantiene disociados, lo que
nos conduce a la enfermedad.
Es a través de la meditación como
Liu nos propone volver al presente. La meditación se puede aprender y está
demostrado que aporta muchos beneficios (hay muchos estudios sobre esto: busca
en Google J).
Con la meditación calmamos la respiración y calmamos la mente, poco a poco
encontramos momentos en que la mente se queda en blanco, vaciamos el
pensamiento, nos liberamos de las tensiones.
Algunas perlas
Finalmente, me gustaría terminar
con algunas frases cortas que me han parecido importantes, pequeños regalos que
nos hace el autor a lo largo del libro:
- La prepotencia no ayuda al progreso; la humildad, sí.
- No sirve de nada tratar el cuerpo mientras la mente sigue bloqueada.
- Existe un principio innato en la vida: avanzar.
- Con la cabeza baja no podemos mirar hacia adelante, la mente se queda retenida en el melancólico recuerdo del pasado.
- Aprende a relajarte.
- ¿Qué hora es? Mira al sol. El ritmo biológico está regido por la luz solar.
- La cama más cara del mundo es la del hospital.
- Mantén un corazón limpio y con pocos deseos.
Te recomiendo leer el libro, esto
no es más que una crítica subjetiva y centrada en mis intereses. La edición es
bastante bonita, con ilustraciones, y cómoda de leer. Puedes aprender muchas
cosas del doctor Liu Zheng.
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