miércoles, 7 de diciembre de 2011

Talento, creatividad y éxito: cómo ahuyentarlos de tu empresa

Día llegará en que se reconozca generalmente la posibilidad de trabajar más y mejor en menos tiempo. El trabajo sin el esparcimiento agota. Nuestra natural propensión al esparcimiento nos enseña que no debemos negarle su parte en la vida.

El cerebro que está ocupado sin cesar en una misma tarea no funciona tan vigorosamente como cuando descansa o varía de ocupación. El ser humano que trabaja de continuo sin esparcir jamás el ánimo, invalida su aptitud para la felicidad.

No ha de ser el ser humano tan esclavo del trabajo que agote sus fuerzas en procurarse un modo de vivir sin atender el perfeccionamiento de su carácter.


Esto escribió Orison Swett Marden alrededor de 1900 (hace más de un siglo). Y no podemos decir que se tratara de un hombre vago que buscaba escurrir el bulto y hacer la menor cantidad de tareas posibles. Al contrario, con unos orígenes bastante humildes Marden llegó a ser un gran empresario que construyó varios hoteles en EE. UU., no sin dejar de escribir incansablemente muchas obras similares a La alegría de vivir, que es de donde hemos extraído estas citas, obras para ayudar a las personas como tú y como yo a tener éxito y ver lo bonito de la vida. Se dice que Orison Swett Marden es el precursor de obras como Poder sin límites y El Secreto.

Podemos decir que Marden tenía talento y creatividad, y que tenía un éxito probado en los negocios. Es decir, la persona que afirmaba que se puede trabajar más en menos tiempo y que se necesita tiempo libre y descansos para el cerebro, fue capaz, con estas creencias, de desarrollar su talento, creatividad y éxito. Es más, yo diría que gracias a sus creencias que arriba recogemos, tuvo Marden este éxito.

Esto me recuerda a un libro que me influyó bastante en mi época de consultora de formación, Love’em or lose’em (Ámales o piérdeles). Es un libro en que se describe cómo retener el talento en una compañía, y cómo impulsar la creatividad para lograr el éxito.

En el mundo en que vivimos y en la situación en que estamos ahora, destacaré las razones económicas de por qué es interesante retener el talento. Las autoras del libro, Beverly Kaye y Sharon Jordan Evans, nos dan el siguiente ejemplo:

Un ingeniero con talento y creatividad pide un aumento del 15% del sueldo (digamos 15.000 $), y su jefe se lo niega. Este profesional encuentra otro trabajo en que le pagan un 30% más. ¿Qué proceso se desencadena después?



  • Se contrata a un cazatalentos al que se le pagan 40.000 $ para que busque a quien pueda reemplazar a nuestro ingeniero


  • Se encuentra a cinco candidatos cuyas entrevistas nos cuestan 5.000 $


  • Se selecciona al nuevo profesional, pagándole un bonus de 10.000 $, y él negocia el salario en un 25% por encima del anterior ingeniero


  • Nos enteramos de que el anterior ingeniero está obteniendo negocio para la empresa de la competencia de varios millones de euros


  • Los compañeros del que se ha marchado empiezan a irse también a la nueva empresa.


Este ejemplo puede parecer exagerado pero está basado en datos reales. Los directivos no suelen saber cuánto puede costarles perder a alguien de valor, porque nunca calculan esos costes.
Por otro lado, en el artículo de Alan M. Webber cuyo nombre dice todo “Peligro, compañía tóxica”, nos dicen que “No es verdad que la lealtad haya muerto. El problema reside en que muchas empresas reciben de su gente la respuesta que se merecen”. Vamos a destacar también los datos económicos, dado que algunos directivos solo son sensibles a los números:





Un estudiante de mi clase le preguntó a Russo por qué SAS hacía tantas cosas
para su gente.
“Tenemos alrededor de 5.000 empleados. El año pasado, nuestro
índice de rotación fue del 3 por ciento. ¿Cuál es el promedio de la industria?”,
preguntó Russo, a su vez. Alguien sugirió el 20 por ciento. Aunque le pareció
bajo, decidió usar ese porcentaje para su demostración: “La diferencia entre el
20 por ciento y el 3 por ciento es de 17 por ciento. El 17 por ciento de 5.000
personas representa un total de 850. ¿Cuánto cuesta la rotación por persona en
términos de sueldos?”. Los estudiantes estimaron el costo como equivalente al
salario de un año, sobre la base de un sueldo promedio de 60.000 $. Aunque Russo
volvió a considerar bajas ambas cifras, las empleó para seguir adelante con su
ejemplo: “Multipliquen 60.000 $ por 850 personas — dijo— ; eso es más de 50
millones de dólares de ahorro. Así es como la empresa paga el gimnasio, la
atención médica en el lugar de trabajo y el resto de los detalles pensados en
función de la gente”. De manera que si SAS puede ahorrar 50 millones de dólares
al año en menores costos de rotación, estamos hablando de ventajas financieras
reales.


Seguiremos hablando de estos temas; nos parece crucial en los tiempos que corren.







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