viernes, 30 de septiembre de 2011

¿QUÉ HAY EN LA CIMA?


He observado que existen dos formas para lograr descansar de verdad: aprender a relajarse, y agotarse por el día. A algunos/as solo nos funciona la segunda. Y esta es a base de cosas como subir montañas.

Si la gente subiera montañas, se sentiría mucho menos agotada que pasando 8 horas al día en la oficina. Dormirían mejor y se levantarían más descansados. No les daría tiempo a preocuparse. Su carácter se suavizaría. Se despertaría en ellos el altruismo. Agradecerían más cualquier pedazo de pan que pudieran llevarse a la boca.

Me han contado que los orangutanes se pasan el día buscando comida, desde que se despiertan. Buscar comida es más parecido a subir montañas que a trabajar; es más honroso. Creo que por eso mi perra sale a buscar comida cuando la saco: es su trabajo.

Si el secreto es subir montañas, si es en las montañas donde muchos individuos han alcanzado la iluminación, ¿ de qué forma nos podemos dedicar a ello? No vale apuntarse al gimnasio, hace falta que sea al aire libre. Pasear por el campo con tu perro se empieza a parecer, pero tiene que ser más tiempo, tiene que haber esfuerzo, necesidad de beber agua, incluso de comer.

Quizá esto no sirva para todo el mundo, pero sí para personas con un sistema nervioso altamente alterable. Es la forma de cansarse y dejar paso a algo más.

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