Recientemente adquirí un ejemplar
del curioso y controvertido libro “La enzima prodigiosa” (The enzyme factor),
del doctor Hiromi Shinya, editorial Aguilar. Cuando comenté a mi círculo que
había leído este libro y varias cosas curiosas en él, rápidamente empecé a
recibir distintos enlaces a artículos donde se critica abiertamente tanto al
libro como a su autor.
Me ha parecido tan visceral la
forma en que se ha criticado este libro, que quería hacer aquí una reseña del
mismo, para separar el grano de la paja y que cada cual pueda juzgar por sí
mismo/a.
En particular, procuraré citar
otras fuentes más respetadas para cada temática que voy a mencionar, con el fin
de que el lector pueda informarse y formar su opinión. Procuraré ser lo más
imparcial que pueda en esta labor.
Aspectos positivos del libro
- Desde el principio, Hiromi Shinya muestra una actitud de optimismo y lanza un mensaje tan positivo como: “lo más importante que te puedo aconsejar para disfrutar de una larga y saludable vida es hacer lo que te haga feliz. (…) El entusiasmo lleno de alegría, más que seguir perfectamente una dieta, es fundamental”.
- La visión holística o global de la salud, el enfoque en mantener la salud y no tanto en combatir la enfermedad.
- La recomendación de que cada uno escuche a su cuerpo y note qué es lo que le sienta mejor o peor.
- La observación de que la dieta depende de la localización geográfica (y de los alimentos disponibles en cada zona) y por tanto no puede universalizarse.
- La importancia de factores emocionales y psicológicos en el mantenimiento de la salud.
Críticas generales que pueden hacerse al libro
- Está mal estructurado. Repite argumentos en diferentes partes, o añade información aquí y allá y cuesta tener una idea global de lo que se cuenta. También cuesta encontrar la información una vez se ha leído.
- Se recurre demasiadas veces a “en mi opinión”, “tengo la teoría de”, que hacen que el libro no parezca muy científico y sí altamente subjetivo.
- Su traducción es lamentable, como mencionan algunas de las críticas que he leído.
Hiromi Shinya: ¿quién
es? ¿Es quien dice ser?
No tendría sentido continuar este
análisis sin hablar primero del autor del libro. No solo el libro es
ampliamente criticado y puesto en duda, también lo es su propio autor. Según el
libro, “para los gastroenterólogos y cirujanos del mundo entero, el doctor
Hiromi Shinya no necesita presentación. Es pionero en la cirugía colonoscópica
(impulsor de la técnica –que de hecho lleva su nombre- y diseñador del instrumento
utilizado para la misma)”. “En la actualidad es profesor clínico de cirugía en
el Colegio de Medicina Albert Einstein en Nueva York y jefe de la unidad de
endoscopia quirúrgica del Centro Médico Beth Israel”.
Bien, pues busquemos estos
lugares y veamos qué se dice en ellos del doctor Shinya.
Comencemos por la página web del
Centro Médico Beth Israel, pues las críticas comentaban que él no pertenece a
este centro. La dirección genérica es: http://www.wehealny.org.
Podemos encontrar referencias al
doctor Shinya aquí:
1) En el listado de doctores
asociados: http://www.wehealny.org/services/bi_digestivediseases/ourphysicians.html#S
Aparece su nombre, aunque no más
datos y esto sí resulta extraño.
2) En este listado de servicios
médicos, junto con su especialidad: “Surgical Endoscopy (Div., Medicine)”. http://www.wehealny.org/directory/directory_s.html
3) En la página http://www.wehealny.org/professionals/residency/bi_surgery.html,
podemos leer (en inglés, simplemente lo he traducido): “los doctores Wolff y
Shinya introdujeron la colonoscopia y la polipectomía endoscópica en los
Estados Unidos. Su estudio original demostró el valor de la colonoscopia y
estableció el procedimiento como el estándar de oro de la atención clínica. Su
artículo también fue catalogado como un destacado artículo del siglo 20 en
Colon y Rectal Surgery (Cirugía Colónica y Rectal). Beth Israel es la única
institución con dos de esos logros”.
Por otro lado, en la búsqueda del
Colegio de Medicina Albert Einstein en Nueva York hemos dado con su web
principal, http://www.einstein.yu.edu/.
En la búsqueda general que ofrece esta web no hay ningún resultado del doctor
Shinya. Ciertamente, hay un Shinya, pero es Shinya Yamanakada, un doctor
bastante más joven y dedicado a otros temas.
Este sí es el doctor Shinya:
Y sí parece interesado en vender
sus productos, algo que también encontramos en su web: http://enzymefactor.com/index.php
Francamente, la figura del autor
desde las referencias web que podemos obtener nos parece un tanto oscura y
extraña. Es cierto que cuando hemos buscado a otros personajes a veces no hemos
obtenido información, pero cuando se dice tan claramente que pertenecen a tal o
cual institución, y de forma tan notoria, llama la atención que luego no se le
encuentre en ella.
Las enzimas
Según lo que leo en Wikipedia en
un texto que me ha resultado muy riguroso, las enzimas son moléculas de
naturaleza proteica y estructural que catalizan reacciones químicas: una enzima
hace que una reacción química que es energéticamente posible, pero que
transcurre a una velocidad muy baja, transcurra a mayor velocidad que sin la
presencia de la enzima. En estas reacciones, las enzimas actúan sobre unas
moléculas denominadas sustratos, las cuales se convierten en moléculas
diferentes denominadas productos. Casi todos los procesos en las células
necesitan enzimas para que ocurran a unas tasas significativas. A las
reacciones mediadas por enzimas se las denomina reacciones enzimáticas.
Las enzimas presentan una amplia
variedad de funciones en los organismos vivos. Son indispensables en la
transducción de señales y en procesos de regulación, normalmente por medio de
quinasas y fosfatasas.
Una importante función de las
enzimas es la que presentan en el sistema digestivo de los animales. Enzimas
tales como las amilasas y las proteasas son capaces de degradar moléculas
grandes (almidón o proteínas, respectivamente) en otras más pequeñas, de forma
que puedan ser absorbidas en el intestino. Las moléculas de almidón, por ejemplo,
que son demasiado grandes para ser absorbidas, son degradadas por diversas
enzimas a moléculas más pequeñas como la maltosa, y finalmente a glucosa, la
cual sí puede ser absorbida a través de las células del intestino. Diferentes
enzimas digestivas son capaces de degradar diferentes tipos de alimentos.
Debido a que es necesario un
fuerte control de la actividad enzimática para la homeostasis, cualquier fallo
en el funcionamiento (mutación, incremento o reducción de la expresión o
deleción) de una única enzima crítica puede conducir al desarrollo de una
enfermedad genética. La importancia de las enzimas se pone de manifiesto en el
hecho de que una enfermedad letal puede ser causada por el mal funcionamiento
de un único tipo de enzima de todos los miles de tipos que existen en nuestro
cuerpo.
Las enzimas madre
Hiromi Shinya sugiere que puede
existir
“una enzima madre, una enzima prototipo, sin especialización. Hasta que esta enzima madre se convierte en una enzima específica como respuesta a una necesidad particular, tiene el potencial de convertirse en cualquier enzima”.
Si bien es cierto que carezco de
la información suficiente para poder contrastar esta teoría, lo cierto es que
Shinya se apoya en el trabajo reconocido del doctor Edward Howell (1904-1991).
Howell realizó diversas publicaciones al respecto de sus investigaciones para
probar que las enzimas son un nutriente esencial y que al cocinar y procesar la
comida se destruyen.
Se pueden encontrar referencias de Edward Howell aquí:
Gracias al trabajo de Howell, se
identificaron alrededor de 80 tipos de enzimas en el cuerpo, y hoy en día se
habla de más de 5.000, dato que también menciona Shinya. Hay enzimas de 3
tipos:
- Enzimas metabólicas, que participan en todos los procesos corporales como respirar, hablar, moverse, pensar, el comportamiento o el sistema inmune.
- Enzimas digestivas, de las que hay unas 22 y que se crean en el páncreas.
- Enzimas de los alimentos: están presentes en los alimentos crudos e inician el proceso de digestión en la boca y el estómago. Las amilasas en la saliva contribuyen al comienzo de la digestión mientras masticamos.
En este tercer tipo de enzimas surge la controversia: es
cierto que las teorías nutricionales con base científica mencionan que las
enzimas de los alimentos no pueden llegar al intestino porque se deterioran en
el estómago. El doctor Shinya afirma: “la mayoría de las enzimas de los
alimentos se descomponen en el proceso de la digestión y se absorben por el
intestino en forma de péptidos o aminoácidos”.
Agradeceríamos aquí el comentario de algún experto.
Conclusión
En vista de que la autoridad del doctor Shinya es un tema
oscuro, y a la espera de opiniones más expertas, hemos decidido no continuar analizando los temas que trata en el libro.
Es cierto que Hiromi Shinya da recomendaciones muy interesantes, como beber dos
litros de agua al día, masticar bien la comida o mantener una actitud
optimista, pero hemos acabado estando de acuerdo con las críticas que decían
que para estos consejos que todos conocemos no necesitamos comprarnos este
libro.
Pese a no ser muy científicamente o medicinalmente probado, hay cosas interesantes y otras que no me parecen correctas. Sin duda me he quedado con lo mejor:
ResponderEliminar1.-Ayunar 15h 2 días a la semana entre cena y desayuno (me noto más energía y menos gases)
2.-He introducido el agua alcalina en mi vida, me costó dar con un proveedor de Kangen (waterkangen.es) y finalmente me dejó probar la máquina y el agua sin compromiso y lo compré. Hoy por hoy noto muchos resultados positivos en mi salud.
Además otro efecto colateral, fue dejar de fumar después de leer el libro (aunque el libro no lo diga...jajajja)
Saludos